Locura

La siento. Noto como recorre mis venas, como me alimenta, como sacia mi sed. Siento como cada partícula de mi ser es consciente de ella. Sé que está ahí nada más me despierto, y aún la noto mientras sueño. Cada paso que doy con ella de acompañante es una deliciosa tortura. La tengo tan cerca que puedo acariciarla, puedo sentirla. Duermo con ella y vivo por ella. Tan cerca pero a la vez tan lejos. Privada de fundirme con ella, de probar el fruto prohibido del Edén. Ella es mi tortura y mi placer. No hay nada como abandonarse a ella. Sin ataduras, sin promesas. Todo un mundo por descubrir. Ella me aleja de la realidad y me conduce a un mundo donde lo normal es estar loco. Donde yo soy tan solo una más.

Me han dicho muchas cosas. Que es hereditaria. Que es fruto de tantas tardes pasadas leyendo. Que soy como Don Quijote, que mi locura me consume. Me han dicho muchas cosas sobre ella, y ninguna se acerca ni lo más remotamente a la realidad. Nadie nunca podría sospecharlo. Nadie nunca sabrá que yo la elegí. Y, por lo tanto, nadie nunca tratará de alejarme de ella.

Me consumo. Siempre que me refugio en ella es como intentar mantenerse estable ante un huracán. Resistirse es como luchar contra la marea o el viento. Improbable, pero no imposible. Y aquí estoy yo ahora. Dominada por algo mayor que yo, mayor que todas las cosas.

También me han dicho que no soy normal. Que cualquier cosa que yo haga está medida por la lógica y la locura. Ambas cosas se han combinado para intentar domarme. Pero para los que dicen que no soy normal...¿acaso hay alguna máquina, para medir la normalidad, de la que yo no estaba enterada? ¿Qué es lo normal, sino seguir a la sociedad? Las personas no pueden comprenderme. No saben lo que es estar loca, pero nunca han estado en el mundo de las Profundidades. Que no pongan un pie ahí. Tanta "normalidad" no está bien vista en un mundo en lo que lo normal, es estar loco.

Alicia, alias Selene