Christina Perri - Human
Birdy - Wings
Cary Brothers - Belong
Mix - Let it go/Let her go
¡Eso es todo por hoy! :)
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Este no es de un fandom, pero tenía que ponerla *-* |
Durante tres años, Alexandria ha vivido entre mortales, intentando ser como ellos y tratando de olvidar la misión que debía cumplir por ser una hija de un mortal y un semidios. Con diecisiete años ha aceptado ya que es algo fuera de lo común para los estándares mortales… y que nunca estará preparada para su misión. Según su madre, es algo bueno.
Pero como cada descendiente de los dioses sabe, el Destino no es algo de lo que te puedas librar. Un ataque horrible fuerza a Álex a volar a Miami para intentar encontrar la forma de volver al lugar que su madre avisó de que nunca debía volver —el Covenant.
Cada paso que la acerca a la seguridad es un paso más hacia la muerte… porque la persiguen aquellas criaturas para las que fue entrenada para matar.
Los daimons la han encontrado.
¿Serías capaz de matar a quien amas?
Los Hematoi provienen de la unión entre dioses y mortales; y los hijos de dos Hematois de sangre pura tienen poderes divinos. En cambio, los hijos de Hematois y mortales, no.
Los mestizos solo tienen dos opciones: entrenar para ser centinelas, cazando y matando Daimons, o convertirse en sirvientes en las casas de los puros. Alexandria prefiere arriesgar su vida luchando antes que limpiar retretes, aunque de todas formas, puede que termine en los barrios bajos.
Hay reglas muy estrictas que los estudiantes del Covenant deben seguir. Álex tiene problemas con todas, pero especialmente con la regla número 1:«Las relaciones entre pura sangre y mestizos están prohibidas».
Por desgracia, Álex se siente atraída por Aiden, un pura sangre irresistible. Aunque enamorarse de Aiden no es su mayor problema; mantenerse viva hasta su graduación en el Covenant y llegar a ser centinela sí lo es. Si no cumple con su deber, se enfrentará a un futuro peor que la muerte o la esclavitud: se convertirá en un Daimon y Aiden será su cazador. Y eso, no es nada bueno.
Está la necesidad. Y luego está el Destino.
Estar destinada a convertirse en un enchufe sobrenatural no es precisamente algo genial, especialmente cuando la “otra mitad” de Alexandria la sigue allá donde va. Y que, además, Seth aparezca en su sala de entrenamiento, al salir de las clases y también en la puerta —o ventana— de su dormitorio, definitivamente no es nada genial.
Aunque su conexión tiene algunos beneficios, como alejar las pesadillas que envuelven lo ocurrido con su madre, no tiene efecto alguno sobre los sentimientos prohibidos que tiene Álex por el puro Aiden. Ni sobre qué va a hacer —y sacrificar— él por ella.
Cuando los daimons se infiltran en los Covenants y atacan a los estudiantes, los dioses envían a las furias, diosas menores con la función de erradicar cualquier amenaza para los Covenants y el resto de los dioses, incluyendo al Apollyon y a Álex. Y si eso y las hordas de monstruos chupadores de éter no fueran suficiente, una amenaza misteriosa parece dispuesta a hacer cualquier cosa por neutralizar a Seth, incluso si eso supone forzar a Álex a la servidumbre o matarla.
Alexandria no esta muy segura de si llegará a su dieciocho cumpleaños, a su Despertar. Una orden de fanáticos ya olvidada quiere matarla y, si el consejo descubre lo que realmente ocurrió en las Catskills, todo habrá terminado para ella… y también para Aiden.
Por si eso no fuera suficiente, a medida que Seth y Álex pasan tiempo «entrenando» —que realmente es el eufemismo con el que Seth define estar muy cerca y mucho contacto cuerpo a cuerpo— otra marca del Apollyon aparece en su cuerpo, dejándola, antes de lo esperado, más cerca de Despertar.
A medida que su cumpleaños se acerca, todo su mundo se resquebraja ante una sorprendente revelación, dejándola atrapada entre el amor y el destino. Uno hará todo lo posible para protegerla. El otro ha estado mintiéndole desde el principio.
Ahora que los dioses se han dejado ver, desatando su ira, muchas vidas cambiarán de forma irrevocable… o serán destruidas. Aquellos que sigan en pie podrán descubrir si el amor es realmente más fuerte que el destino…
Aiden St. Delphi hará lo que sea para salvar a Alex.
Incluso si eso significa hacer la única cosa por la que jamás podría perdonarse.
Incluso si eso significa hacer la guerra contra los dioses.
Fate isn’t something to mess with… and now, neither is Alex.
Alex has always feared two things: losing herself in the Awakening and being placed on the Elixir. But love has always been stronger than Fate, and Aiden St. Delphi is willing to make war on the gods—and Alex herself—to bring her back.
The gods have killed thousands and could destroy entire cities in their quest to stop Seth from taking Alex’s power and becoming the all-powerful God Killer. But breaking Alex’s connection to Seth isn’t the only problem. There are a few pesky little loopholes in the whole “an Apollyon can’t be killed” theory, and the only person who might know how to stop the destruction has been dead for centuries.
Finding their way past the barriers that guard the Underworld, searching for one soul among countless millions, and then somehow returning will be hard enough. Alex might be able to keep Seth from becoming the God Killer… or she might become the God Killer herself.
Mientras el mundo mortal lentamente se desliza hacia el caos de la especie
divina, Alexandria Andros debe sobreponer una impresionante derrota que la ha
dejado perturbada y dudosa de sus habilidades para terminar esta guerra de una vez por todas.
Y con todos los obstáculos entre Alex y su felices-por-siempre con el impresionante Aiden St. Delphi, ahora deben de confiar en un enemigo letal mientras viajan dentro de las profundidades del Underworld para liberar uno de los dioses más peligroso de todos los tiempos.
En el impresionante clímax lleno de acción de la bestselling Serie Covenant, Alex debe enfrentar una terrible decisión: la destrucción de todo y todos a los que
ama... o el final de sí misma.